En el
laboratorio el primer paso para la conservación de la muestra es el secado al
aire, bien estático o dinámico, pero en cualquier caso no calentado previamente.
La temperatura del aire no debe pasar de los 35°C (con humedades relativas
menores del 60%), porque a mayores temperaturas puede ocasionar cambios
drásticos en algunas caracterÃsticas fÃsicas y quÃmicas del suelo. El secado
conduce normalmente a aumentar la cementación, lo que puede afectar después al
análisis granulométrico. Si tiene lugar además a alta temperatura puede
producir cambios en el estado de oxidación de los elementos, asà como producir
ciertas reacciones microbiológicas. Estas transformaciones serán más
importantes cuanto más tiempo dure el secado.
Para secar una
muestra, se debe extender y destruir con cuidado los agregados groseros que se
detecten a simple vista, por ejemplo con rodillos de madera o maza de mortero
de caucho. Una muestra debe estar húmeda el menor tiempo posible porque se
considera que en general en una muestra seca se reducen las reacciones quÃmicas
y bioquÃmicas al mÃnimo, evitando que tales reacciones sean una posible fuente
de error.
Una vez seca la
muestra se puede pasar a la fase de preparación (homogenización, molienda,
tamizado y reducción del tamaño), o bien es almacenada hasta que pueda entrar
en la rutina de los análisis de contaminantes y otros parámetros. En la tabla,
se dan algunas recomendaciones en relación con los contenedores que se deben
usar y tiempos máximos que pueden transcurrir antes del análisis de
determinados contaminantes. En general es recomendable que las muestras se
analicen tan pronto como sea posible, en caso contrario deben conservarse en
cámara frigorÃfica a 4°C.
INFO/BIBLIOGRAFIA:
- Plan de muestreo, junta de Andalucia.http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/web/Bloques_Tematicos/Estado_Y_Calidad_De_Los_Recursos_Naturales/Suelo/Criterios_pdf/Muestreo.pdf
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